Dicha mía...
Huyes la tempestad y reconfortas mi pecho
Galopan los árboles, canta el agua
Mi corazón golpea fuerte, empapado de quietud
Como no adorar tus manos, inocente flor persuasiva
El azul del mar floreciendo, solo al sentirte a mi lado
El trino de las estrellas sigiloso resplandece tu ternura
Ahora tiemblo, pero tu dulzura desnuda me conforta
Dicha mía….
Amar contigo es pintar la luna de plata
Que se desploma celosa mientras suavizo tus mejillas
Las abejas doradas nos rodean, y avecinan el tiempo fecundo
El tiempo extenso, me permite alcanzar el infinito
Mientras caminamos por el pedregal
Tu frescura lo transforma en hojarasca
Transformando el otoño florecido de diamantes
Dicha mía..
Encontrar mi bendita ilusión, mi ansia Dentro de mi
el sentir bellas tristeza, bellas alegrías
Forjo con mis manos un corazón que íntimamente te consiente
Te entrego mi alma, mi sed, mi agonía
Porque se que este instante de fulgor
Será nuestra eterna compañía, y seré
Como quien jamás pudiera amarte
El que más me gusta aunque el remate mejor es (más o menos) "y seré el que mejor puede amarte". Perdona el atrevimiento al exponerte mi impresión.
ResponderEliminarUn bello poema q denota un alma grande y sensible. Un berso: Andrés
Grande Andres!!
ResponderEliminarmuy bien con tus apreciaciones
un abrazo