martes, 12 de enero de 2010

DE CORAZONES Y METÁFORAS


I

Hagamos un preámbulo.
Yo le cortejo a usted
y usted Sonríe de mi locura.
Como primer acto,
es probable
no causare gran impresión
al paraíso de sus ojos pardos.
Pero en conclusión
no se puede negar
que los corazoncitos
juegan como niños
y que los niños aman
con el corazón.
Entonces
es conveniente
eliminar el preámbulo
para dejar jugar mi corazón.

II

Tú vienes a mí,
y tú abrazo de algas húmedas
va acicalando mi alma.
Tú vienes a mí
con tu canto sereno,
A veces triste
A veces tierno,
pero vienes,
muy pronto vienes.
Y yo espero cada noche
el anaranjado color de tus besos.
Y yo espero ser cubierto
por tu agua salada,
por tus vidrios pulidos,
por las olas que rompen las rocas
que me ensordecen del mundo
para esperarte a solas,
Porque tú vienes
Para ser mi amada,
Para ser mí espuma.