sábado, 23 de abril de 2011

QUÉDATE

Permanece a mi lado.Que tengo tantas puertas abiertas, cerradas, encajadas.
Cerrojos y llaves.Forjadas cerraduras.Pero no hay salida de esta fortaleza en ruinas.
Un pasillo de antorchas cobre,plata envejecida,lámparas de aceite abrasado por el reloj de arena atascado por la tormenta del desierto en el último Ramadán.

Permanece a mi lado.El patio está seco, marchito.A solas.Solar vacío, garaje desnudo
de trapos, trastos, metal,piezas y grasa.Jardín de cemento, escayola y adoquines.
Plástico.El sol de agosto lo derrite y su reflejo es el cadáver que viola mis noches.
El hielo de diciembre lo enmascara y es el disfraz de mis vigilias y mis pesadillas.

Permanece a mi lado.Que hoy no navego,que la mar está brava,que es espuma blanca el oleaje de mi llanto embriagado de sal,coral, de azul acuoso,de vals infinito..

Permanece a mi lado.Ha amanecido demasiado pronto.Hoy, ahora, no quiero otro día.Que sea noche.Anoche.Vamos a estirarla. Ella siempre ha sido elástica e impuntual.Aceptará la invitación.Hacer el amor sin luna esta vez,a solas.Sin horas o firmamento.

Permanece a mi lado.Ha entrado un silencio Estrepitoso por mi ventana.Tumbado excéntrico en mi escritorio observa frágilmente.Esencia ruidosa e inamovible que destroza toda posibilidad de ser y sobrevivir.Hastío, cansancio, fatiga y el sólido ente de lo no dicho grita, susurra.Murmura, tararea.Escribí todo cuanto alcancé a entender de sus discursos caóticos.Calló.Y tras incorporarse,se evaporo de nuevo
como brisa entrado el otoño.Me dejo un manuscrito de ecos,de timbales pasados que olvide recordar.Memoria maldita.Desordenada vieja.

Quédate ahí,dónde todo acaba y no ha hecho más que comenzar.Tal vez, el verso que
no hemos de escribir Y sí esculpir, recitar con el tacto,en la lengua inaudita de las luciérnagas.

Quédate ahí,donde no hay salida y la entrada está camuflada,guarecida.Tal vez, renunciar a la vigilia y empaparnos del sueño de las templadas paredes de éstos, mis aposentos.Desnudos, con la manta de nuestro abrazo y la almohada del silencio virgen de nuestros corazones.

Quédate esta noche por favor.Quédate entre mis brazos hasta el alba.

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