
Detenido en mi boca
tu nombre ya no se inventa.
y los miedos
ya se cayeron como goterones.
yo, que pude solo perder
arriesgue mi vida en ello,
y este gratuito silencio
queda guardado
en la cajita de música,
la misma
que tu me regalaste
junto a nuestro
primer café.
Gracias amigo por la invitación, he disfrutado tu poesía para mí de una ternura inmensa, seguiré leyendo.
ResponderEliminarAly