Convocas
mis lágrimas
en silencio,
serenas,
saladas,
tan tuyas...
y entre el sendero
que surca
por mi rostro
cauteloso el llanto,
trazas en mi
una sonrisa
de luz y color,
una sonrisa
prendida.
Alcancé mi sueño.
Valió la pena
la caída estruendosa.
No hay
ascenso sin descenso.
No hay
hallazgo sin pérdida.
Sabias amorosas palabras.
ResponderEliminarMe gustó mucho!
Gracias por la invitación.
Felicitaciones y muchos besos.