miércoles, 1 de junio de 2011

Extraido del libro " En el océano de tus ojos"

Guardo tus besos
entre mis costillas
y mis deseos.
Los defiendo
porque de ellos
depende mi aliento.
Bien valen
mi sangre derramada,
bien valen
los pedazos
de esperanza perdida
en el camino.
Y ya entrada la madrugada
me deslizo silencioso
entre tus sueños,
para acariciar tus párpados,
para velar tu descanso.
Para ser parte de tí,
de tu cuerpo.
Y al alejarme
huidizo al alba,
dejo un mar de palabras
enredadas en tu recuerdo.
Para que me sientas,
para que me nombres.
Para que tus fantasmas
no encuentren
el camino de regreso.

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